El rector de la iglesia de Santa Catalina de Valencia ha denunciado ante la dirección general de Patrimonio Cultural la instalación de un aparcamiento metálico para bicicletas en la fachada del templo, catalogado como monumento histórico nacional.
La estructura no está sujeta en el muro del edificio histórico, recientemente restaurado, pero la distancia es tan corta que las ruedas de las bicicletas chocan contra la pared y dejan marcas negras, según la explicación del religioso.
Marcas negras. Me pregunto cuánto dinero se habría ahorrado en la reciente restauración del templo si, en vez de circular vehículos de motor en su entorno durante décadas, hubieran circulado (y aparcado) bicicletas…
Vía :: Levante-EMV
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